El gran daño que Steve Jobs le hizo a nuestra imagen

Mira… yo sé que Steve Jobs fue un genio. Su legado en el mundo de la tecnología es indiscutible y no pretendo restarle mérito a todo lo que logró. Pero hay algo de lo que muy pocas personas hablan, y es el daño silencioso que dejó en nuestra relación con la imagen personal.

Jobs se vestía igual todos los días: jeans, camiseta negra, tenis. Lo convirtió en su uniforme personal, y nos vendió la idea de que eso era sinónimo de enfoque, productividad y éxito. A través de sus conferencias, entrevistas y libros, muchos compramos esa fórmula —yo también lo hice— creyendo que evitar pensar en qué ponerse era la clave para ahorrar energía mental.

Y sí, la simplicidad tiene su magia. Pero con el tiempo, muchas personas terminaron vistiéndose como si no existieran. Como si lo que llevamos puesto no importara. Como si vestirnos de forma creativa fuera frívolo o una pérdida de tiempo.

La verdad es que el éxito no se trata de copiar fórmulas ajenas, sino de crear la tuya. Y eso también incluye lo que eliges ponerte cada día. Tu ropa, tu imagen, tu estilo… son parte de tu mensaje, de tu historia, de tu identidad.

No estoy diciendo que volvamos a usar traje y corbata todo el día, como en décadas pasadas. Pero sí creo que es hora de cuestionar esa fórmula repetida de "tenis, jeans y camiseta siempre", que a veces defendemos por costumbre o comodidad.

Mi invitación es esta: visualiza más allá de lo común. Atrévete a jugar, a probar cosas nuevas. Hoy tenemos herramientas como Pinterest, Instagram, TikTok… todo un universo de ideas, colores, combinaciones, cortes y estilos al alcance de un clic. No tiene que ser incómodo para ser increíble. No tienes que sacrificar comodidad para expresar quién eres.

Haz algo: elige esa prenda que siempre dejas guardada para “una ocasión especial” y úsala esta semana. Combínala con algo cómodo. Pero úsala con intención, no desde el “me tocó”, sino desde el “hoy quiero que se note que estoy aquí”.

Porque en un mundo donde todo comunica, tu imagen también puede ser una forma de decir: yo tengo algo que contar.

Por: Álvaro Ruisánchez